Mañana es el aniversario de la catastrófica riada del Girona.
Los hechos ocurridos en el fatídico día 12 de octubre de 2007 no fueron sólo un mero episodio natural propio de nuestras tierras mediterráneas si no que, en el agrandamiento de su calamitoso impacto (con una víctima mortal y multitud de pérdidas económicas) intervinieron sobremanera las malas acciones del hombre: unas por acción y otras por omisión.
La proximidad a los ríos que ha caracterizado a los asentamientos humanos desde la antigüedad y la falta de previsión de los planes urbanísticos, sumados a la negligencia y falta de previsión de las autoridades competentes, magnificó de tal forma el desbordamiento del Girona que las consecuencias hubieran podido ser muy superiores; y mucho más si el episodio de lluvias intensas se hubiera producido en día laborable y las familias se hubieran encontrado dispersas en el trabajo, en el colegio o en el mercado.
Tras 9 años de la riada todo sigue igual. El Plan Director contra inundaciones en la Marina Alta continúa en los despachos de la Confederación, los Planes de Emergencia y evacuación municipales no han llegado de forma debida a los ciudadanos, los puentes y otras obras de paso tienen una capacidad hidráulica totalmente insuficiente y los lechos de los ríos y barrancos están repletos de maleza y suciedad en sus tramos no urbanos.
¿Qué pasaría si se repitiera mañana el episodio de lluvias intensas que tuvo lugar el 12 de octubre de 2007? Pasaría exactamente lo mismo que pasó porque todo está igual, NADA HA CAMBIADO.
¿Y se imaginan la cara de tonto que nos quedaría?
Los hechos ocurridos en el fatídico día 12 de octubre de 2007 no fueron sólo un mero episodio natural propio de nuestras tierras mediterráneas si no que, en el agrandamiento de su calamitoso impacto (con una víctima mortal y multitud de pérdidas económicas) intervinieron sobremanera las malas acciones del hombre: unas por acción y otras por omisión.
La proximidad a los ríos que ha caracterizado a los asentamientos humanos desde la antigüedad y la falta de previsión de los planes urbanísticos, sumados a la negligencia y falta de previsión de las autoridades competentes, magnificó de tal forma el desbordamiento del Girona que las consecuencias hubieran podido ser muy superiores; y mucho más si el episodio de lluvias intensas se hubiera producido en día laborable y las familias se hubieran encontrado dispersas en el trabajo, en el colegio o en el mercado.
Tras 9 años de la riada todo sigue igual. El Plan Director contra inundaciones en la Marina Alta continúa en los despachos de la Confederación, los Planes de Emergencia y evacuación municipales no han llegado de forma debida a los ciudadanos, los puentes y otras obras de paso tienen una capacidad hidráulica totalmente insuficiente y los lechos de los ríos y barrancos están repletos de maleza y suciedad en sus tramos no urbanos.
¿Qué pasaría si se repitiera mañana el episodio de lluvias intensas que tuvo lugar el 12 de octubre de 2007? Pasaría exactamente lo mismo que pasó porque todo está igual, NADA HA CAMBIADO.
¿Y se imaginan la cara de tonto que nos quedaría?
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