Hoy hemos tenido Junta de Gobierno de la Asociación con prácticamente un único punto en el Orden del día: el estado de las aguas en la desembocadura del Girona.
Las fotos aportadas lo dicen todo, pero es necesario acercarse al río para conocer el olor nauseabundo que despide.
La putrefacción de la Posidonia sumergida más las bacterias fecales existentes en sus aguas, procedentes de vertidos no identificados, hacen irrespirable el aire en su entorno.
Sabemos que la Demarcación de Costas de Alicante se lava las manos y atribuye la contaminación existente a agentes zonales dependientes de la gestión de los Ayuntamientos de Denia y Els Poblets (vertidos ilegales) y también sabemos que hay una reunión pendiente con el Delegado del Gobierno para buscar una solución, pero los vecinos ya no pueden aguantar más.
La desembocadura del Girona, no nos cansamos de decirlo, es una zona altamente protegida por directivas ambientales europeas (Zona Zepa, LIC Almadraba, Pativel) y por el Estado español, pero es, además, una zona urbana donde viven familias todo el año y donde la atmosfera es totalmente irrespirable.
La Junta de la Asociación ha decidido esperar un tiempo razonable en atención a que la reunión de los Ayuntamientos con el Delegado del Gobierno dé los frutos deseados. Pero si a primeros de abril la solución no está sobre la mesa, implementada además con el debido presupuesto y con fechas de ejecución, llevaremos nuestra queja al Defensor del Pueblo español.
Las fotos aportadas lo dicen todo, pero es necesario acercarse al río para conocer el olor nauseabundo que despide.
La putrefacción de la Posidonia sumergida más las bacterias fecales existentes en sus aguas, procedentes de vertidos no identificados, hacen irrespirable el aire en su entorno.
Sabemos que la Demarcación de Costas de Alicante se lava las manos y atribuye la contaminación existente a agentes zonales dependientes de la gestión de los Ayuntamientos de Denia y Els Poblets (vertidos ilegales) y también sabemos que hay una reunión pendiente con el Delegado del Gobierno para buscar una solución, pero los vecinos ya no pueden aguantar más.
La desembocadura del Girona, no nos cansamos de decirlo, es una zona altamente protegida por directivas ambientales europeas (Zona Zepa, LIC Almadraba, Pativel) y por el Estado español, pero es, además, una zona urbana donde viven familias todo el año y donde la atmosfera es totalmente irrespirable.
La Junta de la Asociación ha decidido esperar un tiempo razonable en atención a que la reunión de los Ayuntamientos con el Delegado del Gobierno dé los frutos deseados. Pero si a primeros de abril la solución no está sobre la mesa, implementada además con el debido presupuesto y con fechas de ejecución, llevaremos nuestra queja al Defensor del Pueblo español.
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