La prensa continúa clamando sobre la mal llamada sequía y llenando de fotografías de pantanos y embalses vacíos gran parte de sus páginas.
Ya hemos comentado como se confunde, generalmente de forma voluntariamente engañosa, un problema climático con un problema hidrológico y cómo, en demasiadas ocasiones, se culpa a la nueva religión del CAMBIO CLIMÁTICO de todos los males habidos y por haber. Se trata casi siempre de una nueva simplificación científica, elevada a rango de "verdad absoluta" la cual, realmente, lo que pretende es eximir a las autoridades responsables de los males que ellas mismas provocan.
Pero vamos a lo nuestro: las imágenes que se vierten estos días en los periódicos, con embalses secos o medio secos, donde el barro y las arenas han reemplazado al agua, tienen un valor incalculable para demostrar donde se encuentran, de forma indebida, los sedimentos que deberían estar en nuestras playas. ¡Hay que liberar ya los seis mil millones de metros cúbicos de sedimentos retenidos en los pantanos!.
A modo de ejemplo unas pocas fotografías:
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